La trata de menores de edad es un problema de ámbito mundial que afecta a gran cantidad de niños y niñas. Según algunas estimaciones, el número de infantes que cada año son víctimas se eleva a 1,2 millones. Existe una demanda considerable de estos niños y niñas, ya que son empleados como mano de obra barata o en la explotación sexual. Con frecuencia, ni los niños y niñas ni sus familias son conscientes de la amenaza que representa la trata de menores de edad, creyendo que lo que les aguarda en otros países es un trabajo y una vida mejor.
La trata infantil es una actividad lucrativa que está vinculada a redes de delincuencia y corrupción. Dado que se desarrolla casi siempre en la clandestinidad, su detección resulta difícil. La trata de menores comporta en todo caso una vulneración del derecho del niño a crecer en el seno de un entorno familiar. Además, conlleva invariablemente para estos infantes una serie de peligros, como la violencia y el abuso sexual. En ocasiones, los menores que son víctimas de la trata de personas padecen incluso arresto y detención por emigración ilegal.
Algunos datos:
La UNICEF estima que cada año entre 1.000 y 1.500 bebés, niños o niñas guatemaltecos son objeto de trata de menores para su adopción por parte de parejas norteamericanas y europeas.
La trata de personas afecta a niñas de tan sólo 13 años -procedentes principalmente de Asia y Europa del este-, que son enviadas a otros países como "novias a la carta". En la mayoría de los casos, son niñas y mujeres que están solas e indefensas, por lo que corren un grave riesgo de ser víctimas de la violencia.
En África Occidental y Central hay una gran cantidad de infantes que son víctimas de la trata de menores y cuyo destino es principalmente el trabajo doméstico, aunque también son explotados sexualmente o empleados para trabajar en comercios o en granjas. Casi el 90% de estos trabajadores domésticos procedentes de la trata de personas son niñas.
Los niños y niñas de Togo, Malí, Burkina Faso y Ghana son "exportados" a Nigeria, Costa de Marfil, Camerún y Gabón. Benin y Nigeria "importan y exportan" a destinos como Oriente Medio y Europa.
Explotación sexual
La conducta sexual suele considerarse una cuestión privada, por lo que algunas comunidades se muestran reticentes a actuar e intervenir en casos de explotación sexual. Ciertos mitos, tales como la creencia de que el VIH/SIDA puede curarse manteniendo relaciones con una virgen, los avances tecnológicos como Internet, que facilitan el acceso a la pornografía infantil y el turismo sexual con niños y niñas, son todos factores que contribuyen a hacerles más vulnerables.
Los sondeos indican que entre un 30% y un 35% de todos los trabajadores del sexo de la zona de Mekong, en el Sudeste asiático, tienen entre 12 y 17 años.
La agencia de servicios sociales de México informa de que existen más de 16.000 niños y niñas que ejercen la prostitución; los destinos turísticos son las zonas donde más abundan.
En Lituania, se estima que entre un 20 y 50% de las prostitutas son menores. Se conocen casos de menores de apenas 11 años que ejercen la prostitución mediante la filmación de películas pornográficas.
Jiménez A. (2000) [imagen] Recuperado de:
http://davidhuerta.typepad.com/.a/6a01347ff0d110970c0168e74947df970c-800wi
Referencia: Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF)
(Mayo de 2006). Recuperado de http://www.unicef.org/spanish/protection/index_exploitation.html